A lo largo de los últimos 50 años, son numerosas y extraordinarias las aplicaciones que se le ha dado al Laser. El término LASER, que es un acrónimo de Light Amplification by the Stimulated Emission of Radiation, se ha convertido, pues, en palabra de uso común en la sociedad. Pero, profundizando un poco, surge una pregunta ¿Cómo se genera un láser? Hay varias formas de crear un láser, pero todas ellas se valen de las propiedades físicas de un material para generarlo. Uno de estos materiales es el cristal de rubí sintético, evolucionado después a Neodimio y Nd-YAG.
En 1960, Theodore Maiman inventó el láser de Rubí, que fué el primer láser óptico del mercado. Se llama láser de Rubí, porque tiene como medio activo un cristal de rubí sintético. El rubí es una piedra preciosa formada por cristales de óxido de aluminio Al2O3, que contiene una pequeña concentración de alrededor de 0.05% de impurezas de óxido de cromo Cr2O3 (el óxido de aluminio puro, Al2O3, se llama zafiro). La presencia del óxido de cromo hace que el transparente cristal puro de óxido de aluminio se torne rosado y llegue a ser hasta rojizo si la concentración de óxido de cromo aumenta. La forma geométrica típica que adopta el rubí usado en un láser es la de unas barras cilíndricas de 1 a 15 mm de radio y algunos centímetros de largo.
Es importante reseñar, que desde hace ya mas de 10 años este tipo de láser ha sido desplazado por láseres similares en concepción y diseño que utilizan como centros activos iones de neodimio, como el Nd-YAG (acrónimo del inglés neodymium-doped yttrium aluminium garnet) que utiliza el dopaje con neodimio de cristales de óxido de itrio y aluminio (Nd:Y3Al5O12) La diferencia básica entre ambos láseres está en la longitud de onda de emisión: en el láser de rubí es de 694 nm y en el de neodimio de 1.064 nm. Las aplicaciones de ambos son casi idénticas, de modo que los láseres de Neodimio han sustituído casi completamente a los iniciales de Rubí.
Estos láseres tienen aplicaciones en ámbitos tan dispares como el militar, la industria y la medicina. Como aplicaciones médicas, y dado que tienen la facultad de poder cortar y romper membranas, cápsulas (capsulotomía posterior), perforar el iris (iridotomía), etc, se puede decir que actúa como un bisturí a distancia. Cabe destacar también su uso en el tratamiento de problemas dermatológicos y tumores cancerosos, así como la fotocauterización para paliar el desprendimiento de retina en el campo oftalmológico. Ya que la radiación producida por este láser puede propagarse a través de fibras ópticas, es posible realizar en forma simple, segura y sin muchas molestias para el paciente, intervenciones en el estómago para el tratamiento de úlceras, o en las venas para destruir obstrucciones que podrían causar serios problemas circulatorios. En ambos casos dichas operaciones pueden realizarse en cuestión de minutos, y no requieren hospitalización ni cirugía mayor.
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